Navidad su motivo & gracia
- Yolquin Estévez Torres
- 28 dic 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 dic 2019

Independientemente de nuestras opiniones y discusiones sobre la Navidad, fecha de nacimiento del Altísimo; celebrar la Navidad o no, es una decisión personal. Embestir aquellos con criterios opuestos o a favor, por tener puntos de vistas religiosos diferentes, no debería ser la discusión ya que el mandamiento nuevo nos invita a amarnos unos a los otros, por lo que el concepto ha de ser aceptarnos unos a otros en gracia y aprovechar la oportunidad que nos ofrece la temporada navideña para estrechar nuestros lazos de afecto y amor.
Navidad. Por Yolquin Estévez.
Que sin temor y con la alegría de aquella virgen sierva
pueda aceptar lo que ha de ser
para que según la voluntad del Todopoderoso
brille la luz del nacimiento de un nuevo ser.
Llovizna mañanera, briza fresca
que al levantarnos nuestro ser despierta.
Que el bullicio no robe nuestro estado de alerta,
para no perder la llegada del niño
y en su nacimiento renovar la espera.
Tiempo para celebrar la redención del hombre
con el renacimiento de la presencia renovadora
que irrumpe en las tinieblas del pecado,
y en cuyo reencuentro la alegría aflora.
Tiempo para compartir, fiesta, generosidad,
recorriendo el camino,
con la alegría que su gracia nos da.
Que nos dejemos guiar por la estrella
que ilumina el camino hacia el nacimiento,
para re-encontrarnos con ese ahora,
donde la vida se hace plena,
y encontramos paz, en la esperanza renovadora.
Navidad, vibra especial para un encuentro personal.
Con el que en el pesebre nació
y en la cruz por ti murió.
¿Quién como El?
Borra tus faltas, perdona el crimen,
no se encierra para siempre en su enojo y le gusta perdonar,
no te pierdas el encuentro,
y de ti una vez más se compadecerá.
Así que no temer al fracaso, a los nuevos retos, a lucha o al dolor,
a nuestros tropiezos, a las dudas ni al desamor.
Vida compleja, turbulenta e incierta,
mas en cada nacimiento nos visita la esperanza,
de nacer de nuevo y renovar nuestras fuerzas.
Ya sea que las playas de Ipanema y Copacabana en Rio de Janeiro, se llenen de personas que luego quieren lanzarse a éstas; la Torre Eiffel se vista de gala con cientos de luces de colores en París; se encienda el majestuoso árbol de decoración en el Rockefeller Center de New York, los santiagueros nos vayamos al monumento y bailemos una bachata o un merengue navideño; o mejor aún, visitemos la casa del Señor; te invito en dichas celebraciones a mantener nuestro estado de conciencia plena , como siervos que esperan por su amo, con tal de vivir la alegría de ser en cada pequeña bendición, junto a nuestros seres queridos y amigos; de ser así estaremos viviendo el real motivo de la Navidad, la exaltación de quien nació en el pesebre: Jesús, “El Salvador”
Que en estas fiestas recibamos la gracia del niño, que nos permite también nacer de nuevo, y con el entusiasmo y la alegría, que esta renovación de ser mejores seres humanos causa en nosotros, contagiemos otros hermanos.
Feliz año y fuerte abrazo de paz y bien,
Yolquin.
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